De acuerdo con estos datos, sólo 29 municipios tuvieron en ese año un crecimiento vegetativo de signo positivo, mientras dos pueblos (Caracuel y Porzuna) registraron un crecimiento 0.
No obstante, el crecimiento vegetativo global de la provincia en 2008 fue positivo, con 5.647 nacimientos por 5.101 muertes.
El mayor saldo negativo entre los pueblos de la provincia en 2008 corresponde a Villanueva de los Infantes, con -40, seguido de Calzada de Calatrava y Viso del Marqués con -32 y Villahermosa con -31.
En el lado opuesto figuran Ciudad Real con 294 personas de crecimiento vegetativo positivo, Tomelloso con 192 y Miguelturra con 138. Les siguen Alcázar de San Juan y Valdepeñas con 96 y Puertollano con 88.
Daimiel tuvo un crecimiento vegetativo de 3 personas, Manzanares de 31, La Solana de 14, Bolaños de 33, Campo de Criptana de 30, Almagro de 32, Socuéllamos de 21 y Malagón registró un crecimiento negativo de 1 persona, por citar algunas de las poblaciones con mayor número de habitantes de la provincia.
Diez años antes
Comparando estos datos con los de una década antes, es decir con los de 1998, aquel año también hubo 71 municipios con crecimiento negativo. Los pueblos con crecimiento positivo fueron 24 y los que registraron crecimiento 0 fueron 4. En 1998 el crecimiento vegetativo global en la provincia fue negativo, con 4.597 nacimientos por 4.980 defunciones.
Aquel año, la capital tuvo un crecimiento positivo de sólo 83 personas, casi igualado por el de Miguelturra, que registró 79, mientras los saldos fueron negativos en Puertollano, Alcázar y Valdepeñas.
Por otro lado, la provincia arroja un crecimiento vegetativo negativo de 1.950 personas contabilizando los saldos anuales de los últimos diez años (1999-2008). En esta década, hubo en la provincia 47.938 nacimientos, mientras las muertes fueron 49.888.
La tendencia negativa empezó a revertirse en 2006, cuando ya hubo más nacimientos que defunciones, y se mantiene hasta 2008.