“Pretendemos incorporar el ecoturismo a la normativa de turismo activo, y el Gobierno regional ha sido receptivo”, señala Óscar Santos, empresario en Ciudad Real y presidente de la Asociación Castellano-Manchega de Turismo Activo y Ecoturismo creada en 2005, la más importante del sector, que se reunió hace unos días con la directora general de Turismo Ana Isabel Fernández, en el marco de la mesa técnica que se acaba de crear para seguir mejorando la oferta de un colectivo más pujante en la región de lo que puede parecer a priori.
¿Pero qué es el ecoturismo?, “hablamos de una forma de hacer turismo que busca una implicación importante de la entidad que le ofrece esa actividad con la zona en la que se desarrolla. Por ejemplo, que los guías sean locales, que el negocio reinvierta en proyectos de medio ambiente que mejoren el espacio, hablamos de este tipo de cosas y que de regularse en la norma en la que vamos a empezar a trabajar en la región sería la primera vez que se hace en España”, subraya Santos.
Satisfecho con la interlocución que acaban de iniciar con el Gobierno de Castilla-La Mancha y otras administraciones como la Diputación de Ciudad Real, explica que el encuentro ha servido para conseguir más compromiso contra el intrusismo profesional, en ocasiones hecho por la propia administración aunque sin mala fe. “Se nos ha dado el caso de ayuntamientos o Diputaciones que organizan actividades de senderismo sin guía o personal regulado por la norma. Los administrados tenemos el deber de conocer la ley y cumplirla, pero la administración también. La mesa ha servido para reivindicar lo obvio: que deben contar con nuestro sector para organizar este tipo de eventos”.
Según Santos el decreto que regula el turismo activo en Castilla-La Mancha obliga a las empresas que se definen así a estar en un registro que ofrece una serie de garantías: seguro de responsabilidad civil y accidentes, mientras que los no registrados no tienen este último en ocasiones y el cliente puede salir perjudicado, “por no hablar de lo que supone para nosotros la competencia desleal”.
En estos momentos en Castilla-La Mancha existen unas 200 empresas de turismo activo que generan unos mil empleos.
En Ciudad Real gran parte de su actividad gira en torno a los parques nacionales y naturales, Cabañeros, las Tablas y Ruidera, pero la oferta es muy amplia y abarca desde la zona centro hasta el Valle de Alcudia, cuyo parque natural está empezando a despegar.
La crisis hizo que muchas empresas se dieran de baja hasta tocar fondo en 2015, pero la situación está cambiando, “2016 ha sido un buen año para nosotros y las perspectivas para 2017 son muy buenas”.
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