El recinto ferial de Manzanares alberga estos días el “cuartel general” de la UME con motivo del simulacro de explosión petroquímica que se lleva a cabo en Daimiel. En su pabellón hay decenas de ordenadores, teléfonos, pantallas y planos en lo que constituye el puesto de mando del Estado Mayor que está operativo las 24 horas.
El resto del recinto de la Feria Nacional del Campo, como si de una base militar se tratara, acoge infinidad de vehículos ligeros y pesados, grúas, camiones de telecomunicaciones vía satélite, tiendas de campaña, etc. Una parte de su parking está reservada al aterrizaje y despegue de helicópteros, entre los que llaman la atención los doble hélice del ejército norteamericano que, junto al francés y al marroquí, participa con efectivos propios en las labores de búsqueda y rescate del simulacro.
FERCAM no es el único punto de la ciudad con presencia militar, ya que en el aparcamiento invernal de la A-4 se ha instalado otra “mini ciudad” con el centro de damnificados del regimiento. Además, el Pabellón del Nuevo Manzanares alberga a parte del personal militar participante en estas maniobras.
El Teniente General Jefe de la UME, César Muro Benayas, explicó este martes a los medios de comunicación que el recinto manzanareño es una especie de torre de Babel. Junto a los militares de la Unidad Militar de Emergencias hay personal de los tres ejércitos de las Fuerzas Armadas Españolas y numerosa presencia de ejércitos internacionales. Estados Unidos, como potencia militar en actuación en catástrofes, junto a Francia y Marruecos como países vecinos -“porque las catástrofes no entienden de fronteras”, según Muro-, participan activamente junto a la UME.
La Unidad Militar de Emergencias, “una nueva visión de las fuerzas armadas en su sentido más amplio de seguridad nacional”, según el Teniente General Muro, se ha convertido en una referencia internacional, motivo por el que muchos ejércitos de todo el mundo participan como observadores en este simulacro. Hay ejércitos de numerosos países Iberoamericanos, más expuestos a catástrofes naturales, así como de Líbano o Japón.
Pero además del personal militar, en este puesto de mando hay presencia de Guardia Civil, Policía, ADIF, psicólogos, trabajadores sociales, una brigada de sanidad especial de las Fuerzas Armadas y Cruz Roja, que tiene instalado un completo centro de mando de operaciones.
El Teniente General Muro valoró el desarrollo del simulacro en sus primeras horas tras la fase crítica del caos inicial generado por la supuesta explosión petroquímica en la madrugada del lunes. La UME “entró en eficacia”, tras relevar a los servicios asistenciales de Castilla-La Mancha, sobre las siete de la tarde. El trabajo de 24 horas se centró después en la evacuación sanitaria de más de mil heridos y en la descontaminación química de heridos y resto de población, labor que se hace en unas estaciones específicas al sur de Daimiel. Mientras tanto se controla que la posible contaminación no afecte al Parque Nacional de las Tablas, una de las razones por las que este ejercicio se realiza en Daimiel.
En esta jornada llegaba otra fase crítica por el duelo, con la morgue para fallecidos instalada en Torralba de Calatrava, con atención de psicólogos, médicos y trabajadores sociales. En total, hasta el jueves, participan unas 4.000 personas en este simulacro, de las que 1.500 son personal civil.
El jefe de la UME destacó como lo mejor de todo este ejercicio la acogida por parte de la población. “Es admirable, nos facilitan todo y aguantan las molestias que supone la presencia de unidades militares en la vida normal”, resaltó el Teniente General César Muro.
Fuente: eldiadigital.es