No obstante,y según informó el Ayuntamiento en una nota de prensa, la ausencia de precipitaciones durante la primavera, y por ende las mayores necesidades de riegos en la explotaciones agrícolas, sí se ha notado al analizar la evolución desde marzo hasta estas fechas. En 2013, el nivel al comienzo de la primavera fue de -12,10 metros, pasando a -11,80 metros a finales de julio. Es decir, el agua llegó a subir 40 centímetros.
Por el contrario, según la misma nota. los secos meses que han seguido al último invierno (entre marzo, abril, mayo, junio y lo que va de julio) apenas han caído 30 litro, lo que ha provocado que el nivel pase de -9,00 metros (el mejor dato de los últimos 30 años) a esos -10,75 metros. En resumen, el nivel ha bajado en casi dos metros.
Así las cosas, y a falta de lo que pase entre agosto y septiembre, dos meses donde normalmente sigue bajando la cota, la marca de este mes da esperanzas de que a la finalización del verano se esté muy cerca del dato del pasado año (-12,25, a finales de septiembre). Esta tendencia anual de mantener o mejorar el nivel del año precedente tras la temporada de riegos se viene repitiendo desde 2010. Aquel año, cuando acabó la época estival, el nivel subía casi doce metros y medio con respecto a 2009 (de -34,40 a - 22,00). Al siguiente el nivel volvió a crecer en siete metros y medio (hasta los -22,70). Entre 2011 y 2012 la cota se mantuvo en -15,10; y en la última referencia, la comparativa entre 2012 y 2013, el agua de nuevo escaló casi tres metros.
Fuente: latribunadeciudareal.es