Además, la dirección de la compañía, a través de una información difundida por el Ayuntamiento de Daimiel, afirmó que la llegada de estas dos líneas de producción del nuevo modelo, que se compaginarán con el mantenimiento de otras dos líneas del modelo antiguo (V90) supondrá un crecimiento «por encima del 15 por ciento» en el número actual de trabajadores, y conllevará una inversión en formación de la actual plantilla que rondará los 700.000 euros.
Tanto Ayuntamiento como sindicatos reconocen que la llegada del nuevo modelo a la factoría supone un buen ejemplo «de la apuesta de Vestas por la fábrica de Daimiel». El alcalde daimieleño, Leopoldo Sierra, afirma que esta paso adelante «demuestra la confianza de Vestas en el gran trabajo realizado por sus empleados y colaboradores», y asegura que la conversión de la factoría al nuevo producto «impacta de manera notable y muy positivamente en la economía local».
Araíz de la información publicada por este medio, los contactos entre empresa y Ayuntamiento sirven para conocer algunos detalles más de la llegada del nuevo modelo a la factoría daimieleña. Según informa el Consistorio, el cambio al nuevo modelo «significará un incremento por encima del 15 por ciento en el actual número de trabajadores», una cifra que fuentes de la empresa sitúan en torno a los 380 empleos. Además, la empresa apunta a que, de manera similar a lo que ocurrió en el arranque de la fábrica, «algunos trabajadores serán entrenados en fábricas de fuera de España» en los trabajos de fabricación del nuevo modelo. Para todos los procesos de formación a emprender, la compañía ha previsto una partida que ronda los 700.000 euros.
Fuente: www.latribunadeciudadreal.es