Los primeros en poder visitarlo fueron ayer tres grupos de daimieleños de 24 personas que recorrieron esta construcción de la Edad del Bronce fortificada y compuesta por tres recintos amurallados concéntricos de la mano del arqueólogo e historiador Miguel Torres.
Las jornadas de puertas abiertas que ya están completas para el próximo fin de semana, aunque queda la opción del siguiente. Para inscribirse y según informa el Ayuntamiento los interesados deberán pasarse por el Museo Comarcal y presentar su DNI.
El arqueólogo Manuel Torres desgranó uno a uno los rincones del yacimiento, desde el exterior de la Motilla, concretamente en su parte septentrional, Torres aludía a “un espacio específico para los enterramientos, ya que era común que los habitantes de este tipo de asentamientos se enterraran en su propio hábitat”. “Es curioso que lo solían hacer en fosas comunes o en pequeñas cajas de mampostería en posición flexionada decúbito lateral, y a diferencia de otros enterramientos de la Edad del Bronce, como los que se han encontrado en Granátula de Calatrava, apenas lo hacían con ajuar, es decir, se enterraban sin apenas objetos personales, salvo alguna cerámica”.
A medida que el guía y los visitantes iban adentrándose en el monumento arqueológico, se podía comprobar las diferentes reformas en muros o murallas por parte de aquellos que la habitaron, ya que el yacimiento fue ocupado durante 900 años aproximadamente. Sin embargo el arqueólogo también afirma que el yacimiento presenta un problema desde el punto de vista arquitectónico “pues al estar asentado en una zona de vega, con una cimentación bastante inestable, se producía el vencimiento o desplome de muros”.
Una visita muy completa que se ha extendido a lo largo de más de una hora, donde el punto final de la misma ha sido el gran patio abierto, situado en el área oriental, donde se localizan una serie de construcciones relacionadas con las estructuras hidráulicas. “Aquí es donde se ha documentado y donde se encuentra el pozo más antiguo de toda la Península Ibérica y del Mediterráneo Occidental, estamos hablando de una construcción hidráulica de hace 4.000 años” según explicaba el arqueólogo.
Además, Torres añadía que “desde el punto más alto de la Motilla, la torre, los habitantes de la misma horadaron 21 metros en el subsuelo para acceder al agua, abriendo un gran patio con unos impresionantes contrafuertes para intentar aguantar todo el soporte de presiones que ejercían los muros de alrededor”.
Fuente: www.lanzadigital.com