De los siete pantanos del Guadiana en Ciudad Real, sólo la Torre de Abraham no había desembalsado hasta ahora. Ya fue un hito que lo hiciera el Gasset a finales de enero, que no aliviaba agua desde el año 2001. Pero entonces la Torre, aunque ya recrecida, no se llenó.
En el desembalse que ha comenzado este fin de semana han tenido mucho ver las lluvias de la semana pasada, en la que el nivel de la presa subió de manera espectacular casi 32 hectómetros.
Según ha podido constatar este periódico la Confederación sigue de cerca el desembalse, que provocará -ya se ve a simple vista- importantes avenidas de agua en el río Bullaque y otros arroyos de la comarca.
Con las Tablas de Daimiel llenas, las Lagunas de Ruidera desbordadas casi desde principios de año o el Guadiana fluyendo por el puente viejo de Alarcos en Ciudad Real, pocas marcas quedaban por batir en este histórico invierno de lluvias en la provincia. El día de ayer no acompañaba, pero el espectáculo en Retuerta merece la pena. Y sigue.
Un coloso
El pantano de Torre de Abraham se encuentra situado en la zona de cabecera del río Bullaque, en el término de Retuerta al noroeste de la provincia y junto al parque de Cabañeros. Construido en los años setenta contaba con una presa de gravedad construida a base de hormigón y de planta recta, construida en los años setenta para una capacidad algo inferior a 60 hectómetros cúbicos.
En 1995, tras un largo ciclo de sequía y de seguimiento y estudio de las aportaciones, se decidió su recrecimiento para triplicar la capacidad, obra que fue abordada dejando totalmente operativo para atender las habituales demandas hasta su conclusión.
En la actualidad tiene 514 metros de longitud y 51 metros de altura y la superficie del lago artificial se ha duplicado hasta 1.790 hectáreas anegadas en la cota de máximo embalse.
Con el volumen regulado por este embalse se atiende las demandas para abastecimiento de los municipios de la Mancomunidad del Valle del Bullaque y su zona regable con más de 5.555 hectáreas.