Asimismo, Díaz del Campo a través de una nota remitida por el Ayuntamiento confirmó que el agua no afloraba allí desde finales de la década de los 70, cuando se decidió drenar la laguna para extender las zonas de regadío. «Como iban bajando los niveles, se hizo una zanja en todo el centro de la ribera para desaguar la laguna, y desde entonces hasta hoy se ha estado labrando la finca», relató el edil. Una situación que podría cambiar porque «si siguen subiendo los niveles, difícilmente se va a poder labrar» en el futuro.
De esta forma, Escoplillo, situada entre los caminos de Griñón y el que lleva al Parque Nacional de Las Tablas, se une a lo que sucedió ya hace un año en la laguna de la Albuera, donde sigue asomando el agua. Una sucesión de encharcamientos que continuaría, si prosigue el ascenso del acuífero, «en la laguna de La Nava», según estimó el concejal de Agricultura y Medio Ambiente.
En estos momentos, el nivel de los pozos de captación municipales, ubicados en una zona elevada de los Ojos del Guadiana sigue batiendo la mejor marca precedente y, a principios de abril, el agua se encontraba ya «a menos de nueve metros», en palabras de Díaz del Campo.
Fuente: www.latribunadeciudareal.es