Otro punto que avala el aumento de los niveles se observa en la laguna de La Albuera. Según explicó el concejal, «el año pasado el agua asomó allí a finales de abril y este año lo ha hecho en enero, formando en estos momentos unos charcos mucho mayores».
Síntomas que se repiten a lo largo del cauce del Guadiana y que se redoblan con el aporte de un río Azuer que, a juicio de Díaz del Campo, «no dejará de correr este verano, a tenor de su situación actual y de los aportes que van llegando a su cabecera».
Un panorama «idílico» que permite que el Parque Nacional de Las Tablas mantenga el excelente nivel de encharcamiento de los últimos cuatros años, favoreciendo así el interés turístico de la zona. Un atractivo que, recordaba el concejal, «se va a reforzar durante la primavera con la apertura del yacimiento arqueológico de La Motilla del Azuer».
Al mismo tiempo, además de estos beneficios para el medioambiente y el turismo, Díaz del Campo reflejaba la repercusión positiva de esta recarga para la agricultura. Con el agua a estos niveles «no se necesita tanta energía para sacarla y, como el terreno está más húmedo, se consume mucha menos», exponía.
Fuente: www.latribunadeciudadreal.es