Un hecho histórico al no haberse podido hacer antes debido a la mala situación hidrológica del Acuífero 23 por el aumento de las extracciones de agua subterránea para regadío. El nivel freático descendió 30 metros de media y dejaron de producirse las surgencias de agua en los Ojos del Guadiana, aquellos que daban lugar al río y que se secaron por completo en 1983.
Las abundantes lluvias caídas en el periodo húmedo 2009-2013 han hecho posible que la recarga del Acuífero 23, la enorme bolsa de agua que subyace en la llanura manchega, se vea manar agua de forma completamente natural, lo que ha permitido las surgencias de nuevos ojos en el Guadiana. Es la prueba de la espectacular recuperación del acuífero del alto Guadiana por las lluvias de los últimos cuatro años. Y fiel reflejo de la mejoría que ha experimentado el Guadiana es que aporta ya al menos 200 litros por segundo de agua subterránea a Las Tablas de Daimiel, que se cargan del agua que lleva el Azuer y del Guadiana, el «principal» abastecedor del Parque Nacional.
Para conocer este dato expertos del IGME se desplazaron haces unos días a Las Tablas de Daimiel. Allí midieron el Guadiana en el Molino Nuevo (a unos siete kilómetros del Molino de Molemocho), donde el río lleva el caudal de agua superficial que aporta el río Azuer y el caudal de aguas subterráneas por los ojos y manaderos que surgen del Acuífero 23 en esta zona. Después, se trasladaron al Molino de la Máquina, donde se midió solo el Azuer. Tras las correspondientes mediciones, el IGME comprobó que el Guadiana pasaba por el Molino Nuevo, a fecha de 23 de octubre, a 250 litros por segundo, de los que aproximadamente 50 litros por segundo correspondían a aguas superficiales del río Azuer y 200 litros por segundo a surgencias de agua subterráneas que aporta el Acuífero 23 en esta zona.
Fuente: Tribuna Ciudad Real