El alcalde de Argamasilla de Alba, Pedro Ángel Jiménez, visitó recientemente las nuevas instalaciones del Centro de Educación Especial “Ponce de León”, dependiente de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, y destinado a alumnos con edades comprendidas entre los 3 y los 21 años, con discapacidades físicas, psíquicas o sensoriales, y aunque situado en Tomelloso, presta sus servicios a vecinos de las localidades de Argamasilla de Alba, Alcázar de San Juan, Cinco Casas, Alhambra, La Solana, Pedro Muñoz, Las Mesas, Socuéllamos, Membrilla y Manzanares.
De la mano de la directora del centro, Rosario Calvo, y del fisioterapeuta, Juan Antonio Manjón, el alcalde pudo conocer los distintos módulos en los que está dividido el centro y servicios que presta a los alumnos con necesidades educativas especiales y cuya adecuada atención en centros ordinarios resultaría muy difícil.
También tuvo la oportunidad de saludar a la mayoría de los 14 argamasilleros usuarios del centro, a los que conoce muy bien por su implicación desde hace años con la Asociación Pro-Minusválidos “Brazos Abiertos” de Argamasilla de Alba.
Las etapas educativas en el centro están divididas en dos grandes bloques, el primero de educación obligatoria donde se imparte 1º y 2º ciclo de EBO (Escolarización Básica Obligatoria) de 6 a 12 años y de 12 a 16 años, respectivamente. Para trabajar en la plena integración, además el centro cuenta con alumnos de escolarización combinada, que asisten algunos días a un colegio público ordinario.
El segundo bloque de educación no obligatoria, lo forman educación infantil, que abarca desde los 3 a los 6 años; y uno de los más importantes, el de Transición a la Vida Adulta, que a su vez se divide en primer ciclo, de 16 a 18 años; y segundo ciclo, de 18 a 21 años.
En esta etapa de Transición a la vida adulta, se promueve en el alumnado un aumento en su calidad de vida a través de un currículum funcional, orientado al desarrollo en el mayor grado posible de su persona, del equilibrio afectivo sexual, autocontrol e inclusión socio-laboral, para su bienestar emocional, material y físico.
Para un mayor y efectivo desarrollo funcional, el centro cuenta con un apartamento para trabajar sobre situaciones reales de independencia. Aunque como pudo comprobar Jiménez, en la actualidad, por falta de presupuesto, hace las funciones de trastero.
La directora, aprovechó la ocasión para pedir al alcalde, que dentro de sus posibilidades, solicite a las distintas administraciones locales y regionales la necesidad de este espacio “para preparar a los alumnos para la vida real”. Además, también puso en su conocimiento la necesidad de varios aparatos de aire acondicionado para poder aprovechar mejor algunos de los espacios del centro, que aunque con mucha luz y grandes cristaleras, cuando empiezan a subir las temperaturas “hay unas horas del día que no se puede ni entrar”.
“Aunque todo, siempre es mejorable”, la directora destacó que son unas excelentes instalaciones equipadas con programas específicos entre los que se encuentran: hidroterapia, estimulación multisensorial, musicoterapia, psicomotricidad, fisioterapia y talleres orientados a la inserción laboral. Además, de forma totalmente gratuita el centro ofrece comedor, transporte adaptado, servicio de asesoramiento y apoyo especializado.
Jiménez mostró gran interés por la variedad de profesionales que trabajan en el centro, según informó Calvo, el abanico es muy amplio, desde maestros, fisioterapeutas, enfermeros a profesores técnicos, pasando por conserjes, cocineros o personal de limpieza entre otros.
Por último, la directora, quiso destacar la colaboración de la Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil, que mensualmente desplaza una psiquiatra al centro para el seguimiento de los alumnos que lo necesitan y el contacto con sus familias.