El gerente de Alto Guadiana Mancha, Agustín Alonso, acudió al encuentro promovido por la Federación para el Desarrollo de la Sierra y Mancha Conquense (ADESIMAN) en Tarancón
03/07/2025
La Asociación Alto Guadiana Mancha participó ayer en la jornada celebrada en Tarancón (Cuenca), bajo el título ‘Buenas prácticas de una Comunidad Energética Local. Por un modelo energético sostenible y participativo’.
El gerente de la entidad, Agustín Alonso, acudió al encuentro promovido por la Federación para el Desarrollo de la Sierra y Mancha Conquense (ADESIMAN), en el que se destacó el papel clave que pueden asumir —y de hecho están asumiendo— los Grupos de Desarrollo Rural en la puesta en marcha, dinamización y consolidación de comunidades energéticas en zonas rurales.
Estas comunidades, conformadas por ciudadanos, pymes y autoridades locales, se organizan para generar, consumir, almacenar, compartir o vender energía renovable de manera conjunta y solidaria, con el fin de lograr beneficios medioambientales, reducir el consumo energético y, en consecuencia, abaratar la factura eléctrica.
“Estas comunidades buscan empoderar a la ciudadanía, fomentar la eficiencia energética y promover un modelo energético más sostenible”, indican desde ADESIMAN, uno de los colectivos pioneros en apostar por esta alternativa energética en entornos rurales.
Una nueva vía hacia la transición energética
Durante la jornada se abordaron los avances que los Grupos de Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha están realizando en el diseño de un nuevo modelo de transición energética. Este modelo se articula en torno a cooperativas de primer grado que, en una fase posterior, se integrarán en una cooperativa de segundo grado. Esta propuesta, enmarcada en un proyecto de cooperación, podría aplicarse no solo en otras comunidades autónomas, sino también en distintos países de la Unión Europea.
Tanto el presidente como el gerente de ADESIMAN, Víctor Jiménez y Pedro Antonio Salas, subrayaron que las comunidades energéticas representan mucho más que una solución técnica: constituyen una apuesta por un modelo de futuro más justo, equitativo y con un fuerte componente comunitario. Además, insistieron en la necesidad de que estas estructuras se basen en una gobernanza participativa y transparente, con una gestión eficaz y una comunicación y formación continuas, para asegurar que los beneficios lleguen de forma tangible a la población.
También recordaron que el medio rural encara desafíos estructurales como el despoblamiento, el envejecimiento de la población y la falta de oportunidades. Por ello, mejorar el acceso a servicios, atraer y fijar población joven y reactivar la economía son objetivos prioritarios. En este contexto, las Comunidades Energéticas Locales pueden desempeñar un papel transformador, actuando como palancas de desarrollo sostenible, generación de empleo, cohesión social y atracción de inversiones.
Entre las buenas prácticas identificadas, se destacó la importancia de garantizar la transparencia, implementar sistemas de monitorización continua, destinar recursos al mantenimiento periódico de las instalaciones —como las solares— para asegurar su eficiencia y vida útil, gestionar adecuadamente los excedentes energéticos (ya sea compensándolos en la factura, almacenándolos o vendiéndolos a la red), promover el autoconsumo y la eficiencia energética, y mantener una estrategia activa de comunicación y formación.
El acto contó con la presencia de la consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez; el presidente de la Diputación de Cuenca, Álvaro Martínez Chana; y el alcalde de Tarancón, José Manuel López.
Asimismo, intervino Juan Carlos Casco, coordinador del Grupo Motor, quien expuso posibles escenarios de futuro para el ámbito rural en relación con la energía y el rol de los Grupos de Desarrollo Rural. También participaron Alipio García, director general de Transición Energética de Castilla-La Mancha, y Juan Ávila Francés, jefe del Departamento de Innovación Social de Redeia.
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